Por Guillermo Descalzi
Los7Dias.com
La tierra es como un trompo en el que su punta, el Polo Sur, gira sobre el mismo sitio mientras su cabeza, el Polo Norte, se bambolea. Una oscilación de su cabeza, un bamboleo del norte, toma 25,868 años. Es el ciclo de la precesión del eje terrestre, también llamado un ‘Gran año Sideral’.
Vivimos en ciclos dentro de ciclos más grandes, dentro de otros mayores aún. Este enorme ciclo sideral concuerda exactamente con el del ‘Zodiaco’ de la antigua Babilonia y Egipto y la pregunta surge de cómo lo sabrían si nosotros ‘recién’ lo confirmamos con lo más moderno de la astrofísica.
El norte de nuestro eje de rotación se alinea en su gran vuelta con 12 constelaciones, casas o signos del zodiaco nombrados en la antigüedad, doce casas zodiacales en un año sideral.
Estamos en la transición de un año sideral al siguiente, pasando de Piscis a Acuario, el ‘primer mes’ de un ‘año’ de 25,868 años.
La era del agua
Iniciamos un nuevo gran ciclo con cambios que empiezan a hacerse obvios. Es era de agua y el nivel del mar está subiendo. ¿Será casualidad que se le haya llamado acuario desde hace 7 mil años? ¿Sabrían que sería era de agua? El nombre de Piscis fue igualmente curioso, el de la era del pescador… de hombres… ¿Otra casualidad?
La nanotecnología, la electrónica, la informática y la computación están transformándonos. Cambiaremos de maneras que solo podemos intuir.
Hay restos de homo sapiens-sapiens, seres humanos anatómicamente modernos, que datan de hace más de 200 mil años, poco en un planeta de cuatro mil quinientos millones de años, pero largo para una humanidad que ha permanecido físicamente igual todo este tiempo.
Hemos ingresado con el reinicio de este ciclo largo a una era de cambio sin precedente con la integración de circuitos moleculares bio-compatibles en nuestros cuerpos, lo que nos llevará lejos de lo que somos hoy. El cambio se va a dar con rapidez en términos planetarios, pero todo es relativo. Si ya hemos vivido doscientos mil años en el planeta, otros doscientos mil nos deben esperar por delante.
La vuelta al mundo
Hace siglos la humanidad era más lenta. La primera circunnavegación del mundo, iniciada por Magallanes y terminada por Juan Sebastián Elcano, tomó tres años menos doce días. Hoy le damos vueltas electrónicas al mundo varias veces en un segundo.
Se ha iniciado la integración del ser humano con nanotecnología informática en un paquete que seremos nosotros. ¿Estaremos lejos de circuitos en el cuerpo? Ya tenemos implantes de circuitos primitivos, marcapasos, oídos electrónicos (implante de cóclea) y más. Antes de doscientos años, bastante antes, los tendremos muy avanzados.
Mil años no son nada en la vida planetaria. El mundo no se acaba. La aventura humana tiene mucho por delante. El hombre viejo está cambiando. Van a cambiar nuestros conceptos acerca de la totalidad, la existencia y el universo o universos, el ‘multi-verso’, pero hay algo que va a permanecer igual, el propósito de nuestra vida. ¿Por qué estamos aquí? ¿Para qué?
