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Ilustración: Ricardo Heredia
Cultura Recientes

La no muerte de Borges

Por Mercedes Chenaut
Los7Días.com

(Texto publicado en el diario La Gaceta, de Tucumán, Argentina, el 14 de junio de 2016 –aniversario número 30 de la partida de Borges– y luego en el libro “MADRES TERRIBLES Y OTROS RELATOS huérfanos” de la autora de la presente nota).

El día 29 de mayo de 2016 –eran las 6:30 de la tarde– en la Feria del Libro de Buenos Aires, más precisamente en la Sala Roberto Arlt, se preparaba una conferencia especialísima. Esto constituía casi una paradoja, ya que Arlt fue la contracara de Borges. (Aunque –pensándolo bien– y como el Maestro lo escribiera en “Los Teólogos”, quizás “del otro lado y para la insondable divinidad… forman una sola persona”.)

Estaba previsto que hablara María Kodama en la apertura de las jornadas internacionales “Un Borges para el siglo XXI”. Momento único para mí y para todos los adoradores del escritor, cuyo número era doscientos, reunidos en esa “unánime noche”. Les hablaré de lo que allí me aconteció y –parafraseándolo– no se tratará de un acto de egoísmo ni de soberbia porque “lo que le pasa a un hombre (o a una mujer) les pasa a todos”. Al final de la conferencia, que versó más sobre el vínculo de María con Borges que acerca de la literatura del maestro, se abrió el espacio a las preguntas del público. No suelo tomar la palabra en esas ocasiones, pero la hora me regalaba la oportunidad de dirigirme a la persona que compartió con él sus últimos años, sus últimos días, sus últimos minutos. Un amable señor que sostenía el micrófono quizás algo vio en mi cara; o quizás el destino o el espíritu del escritor me eligieron. Lo cierto es que se me ofreció hacer una pregunta. Dije a Kodama: Cada vez que leo el texto acerca de la muerte de Borges, de Héctor Bianciotti, quien fue uno de los testigos de su partida, lloro. Especialmente en el párrafo que dice: “Yo había convencido a María de que descansara un rato. Ahora era necesario llamarla. No tuve tiempo de dar un paso: María estaba en el vano de la puerta. Se sentó a la cabecera de Borges, su mano en las suyas. Moví mi silla un poco hacia atrás. Yo no había advertido movimiento alguno, y sin embargo la cabeza de Borges se inclinaba ahora hacia ella. Entre las cosas que nos ocurren, algunas son demasiado grandes para ser tan sólo un acontecimiento. El suelo de la realidad no las soporta, el espíritu las rechaza. Borges murió muy lentamente y en silencio, como un reloj de arena que se vacía. Era el 14 de junio, un sábado”. Continué, con cierto temor, porque a esa altura mis palabras eran casi un atrevimiento: Te pregunto, María. ¿Qué sentiste para tomar la decisión de regresar en ese preciso momento a la habitación en la que Borges moría? Ella me respondió, con voz finita y nada enfática, como le gustaban las voces al maestro: Cuando una pareja está tutelada por los ocho millones de dioses del Shinto una siempre sabe lo que se debe hacer, cómo y cuándo.

Respuesta total
Sirva el relato como homenaje al “inmortal” cuya obra confiere sentido a mi vida y especialmente a mi tarea como escritora y estudiosa de su literatura inconmensurable.

Addenda: El Shinto es religión ancestral del Japón. La profesaba el padre de María Kodama. Borges escribió al respecto este poema, en 1981, y está incluido en el libro La Cifra:

Shinto
Cuando nos anonada la desdicha,/durante un segundo nos salvan/ las aventuras ínfimas/de la atención o de la memoria:/ el sabor de una fruta, el sabor del agua,/esa cara que un sueño nos devuelve,/los primeros jazmines de noviembre,/el anhelo infinito de la brújula,/un libro que creíamos perdido,/el pulso de un hexámetro,/la breve llave que nos abre una casa,/el olor de una biblioteca o del sándalo,/el nombre antiguo de una calle,/los colores de un mapa,/una etimología imprevista,/la lisura de la uña limada,/la fecha que buscábamos,/contar las doce campanadas oscuras,/un brusco dolor físico./Ocho millones son las divinidades del Shinto/que viajan por la tierra, secretas./Esos modestos númenes nos tocan,/nos tocan y nos dejan.

 

Las opiniones y el contenido expresados en este artículo son exclusivamente las de su autor y no reflejan la posición editorial de Los7Días.com.

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