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Una paloma blanca con una rama de olivo en el pico es un símbolo de paz reconocido en la mayoría de los países. Esa imagen se popularizó después de la Segunda Guerra Mundial.
¿Pero sabías que su origen es mucho más antiguo? En realidad proviene de la tradición judeo-cristiana. En la Biblia, en el Génesis 8:8-12, aparecen la narración del diluvio universal: un suceso desatado por Dios, que enfurecido con los humanos y su vida pecadora, decidió inundar el mundo para salvar sólo a quienes lo merecían. Según el texto, Noé recibió el aviso y construyó un arca a la que trajo a su familia y una pareja de cada animal existente. Tras 40 días paró de llover y Noé soltó una paloma para comprobar si había tierra firme. El ave regresó a la barca con una rama de olivo en el pico y un mensaje claro: Dios había perdonado y estaba en paz nuevamente con el hombre.
