Por Guillermo Descalzi
Los7Días.com
Caballo gris es el que las apuestas dejaban al fondo… y aparece entre los primeros
En la carrera republicana no hay caballo gris, todos sabemos quién la ganará, Trump, potro único.
En la carrera demócrata hay tres caballos en la delantera, uno de ellos gris. Primero está Sanders, Buttigieg segundo, y Klobuchar en el tercer lugar. ¿Kloblu… qué? Acostúmbrense a ese nombre, lo van a escuchar repetidamente en los próximos meses, la caballo, o yegua gris. Biden, el otrora favorito, se quedó atrás. Existen incógnitas con los tres delanteros, si se elegirá a un socialista en un caso, un gay en el otro, y una mujer en el tercer lugar.
Hay un peligro en las primarias: Que se elija al que apele más al ala más extrema del partido, cualquiera que sea, demócrata o republicano. Así es como llegó Trump a la presidencia.
Amy Klobuchar, tercera en la última primaria, es senadora del estado de Minnesota. Demócrata centrista, sería formidable contendora contra Trump, una candidata que no se esperaba en la delantera, pero allí está.
Klobuchar es centrista, moderada en todo, en vestir, hablar, y como se conduce. Sus propuestas incluyen la abolición del Colegio Electoral y un seguro nacional opcional, Medicare para quien lo quiera, lo que dejaría en su sitio a las aseguradoras privadas… y no es gay ni socialista ‘pero’ es mujer.
Ella perfeccionaría el Obamacare, apuntando a un seguro médico universal. Por lo pronto ofrecería una ‘opción pública”, Medicare para quien lo quiera. Klobuchar propone una vía a la ciudadanía para los indocumentados y una ley federal que prohíba la discriminación a la comunidad LGTB.
El alcalde Pete
Segundo en la delantera, y corriendo bien, está uno de esa comunidad, Pete Buttigieg, con posturas igualmente centristas a las de Klobuchar en cuanto a política y economía…. ‘pero’ su historia y perfil no pueden ser más mileniales. En 2018 se casó con su novio, Chasten Glezman, de 29 años, retransmitiendo la ceremonia por YouTube.
Desconocido en el ámbito nacional, su presencia en la delantera al principio sorprendió a los entendidos en política… fue gris, pero ya no. La gran pregunta con él es: ¿podrá el alcalde de un pueblo, ex militar gay, ganar a Trump?
El segundo puesto de Buttigieg en New Hampshire lo convierte en contendor, con Klobuchar, del sector centrista del partido. Está a solo 1.3 puntos de Sanders, el delantero por ahora, y podría decirse que ambos, Sanders y Buttigieg son “co-delanteros”.
Los retos de Buttigieg son colosales por gay y la fortaleza de Klobuchar, apenas a cinco puntos de él. La esperanza centrista está en que se unan los votantes de Buttigieg y Klobuchar tras uno de ellos. La cosa es… ¿tras cuál?
En primer lugar está Bernie Sanders, senador de Vermont, que salió en segundo puesto en Iowa por una décima de uno por ciento detrás de Buttigieg, pero su sólido primer puesto en New Hampshire lo confirma como el delantero… Con él retumba otra pregunta, otro ‘pero’: si podrá ganar un socialista despeinado y gruñón.
Apoyo de la izquierda
La esperanza de Sanders está en consolidar el apoyo del ala izquierda del partido, lo que depende de si se unen a él los votantes de Elizabeth Warren, en cuarto lugar, una cuasi socialista que se define como “progresista”.
Sanders, a lo largo de su trayectoria, ha sido crítico, desde su inicio, de la Guerra de Irak. Es socialista y busca “más igualdad de ingresos”. La empresa privada y el capitalismo son, para él, buenos, pero cree que la clase media y las familias trabajadoras que producen la riqueza de EE.UU. merecen un nivel de vida más decente.
Busca Medicare para todos, un seguro de salud nacional que provea servicios también de cuidado dental y de la vista, con un solo pagador, el gobierno. Una porción de los impuestos de los contribuyentes sería para el seguro médico.
A estos tres hay que añadir la incógnita de Michel Bloomberg, también con un ‘pero’, al que se podría insinuar que “compra” sus votos con el dinero que pone en ello, sin haber aparecido en primaria ni debate alguno hasta la fecha. Pareciera que su receta es gastar, “gasta y gasta para llegar”.
Ahora , la gran pregunta para ustedes: ¿cuál prefieren?… Y recuerden, la alternativa es Trump.
