Por César Chelala
Los7Días.com
Pobre Donald Trump. No lo dejan descansar tranquilo. Cuando el juicio político –y sus consecuencias– se cierne ominoso sobre su cabeza, la poderosa revista evangelista Christianity Today publicó un editorial en el que ataca violentamente al presidente norteamericano y pide su remoción del poder. Su respuesta: “No la volveré a leer!” Trump dijo furioso.
Mark Galli, el editor de la revista, escribió: “Los hechos en este caso son absolutamente claros: El Presidente de los Estados Unidos intentó usar su poder para forzar a un líder extranjero a perseguir y desacreditar a uno de sus oponentes políticos. Esto no es solamente una violación de la Constitución: aun más importante, es profundamente inmoral”. Estas son, ciertamente, palabras muy duras de un grupo que hasta ahora había apoyado fuertemente al presidente norteamericano.
Juicio político
Estos hechos ocurren cuando el juicio político contra el presidente Trump acaba de ser aprobado por la Cámara de Representantes del Congreso norteamericano y tiene que ser sometido al Senado para su aprobación. Contrariamente a lo que ocurre con las democracias parlamentarias, donde basta que el parlamento pierda la confianza en el Primer Ministro para provocar una nueva elección parlamentaria, el juicio político es el arma que tienen las democracias presidenciales para remover a un presidente del poder.
Esta es la tercera vez en la historia de los Estados Unidos que un presidente es sometido a juicio político. El primero fue Andrew Johnson, el segundo fue Bill Clinton y el último es Donald Trump. Donald Trump está acusado de negar ayuda militar a Ucrania a menos que su presidente se comprometa a buscar evidencias contra quien Donald Trump percibe como su principal enemigo político: Joe Biden, el ex-vicepresidente de los Estados Unidos.
Bill Clinton fue acusado de cometer una infidelidad sexual con Mónica Lewinsky, una joven que trabajaba en forma interina en el Congreso de los Estados Unidos. Este juicio fue seguido ávidamente en todo el mundo y, aunque finalmente Clinton no fue removido del cargo de presidente, nunca podrá eliminar la mancha que ese incidente tuvo sobre su carrera política. Curiosamente, Mónica Lewinsky, quien actualmente tiene 46 años, pudo superar ese infortunado incidente y es actualmente una diseñadora de modas y una activista por los derechos de las mujeres.
Pasos siguientes
El curso del proceso contra Trump está en las manos de Nancy Pelosi, la líder demócrata del Congreso, quien es probablemente la mujer de más poder en los Estados Unidos. Es ella quien tiene que llegar a un acuerdo con el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, especialmente en lo que respecta al testimonio de testigos que los demócratas consideran claves en este proceso.
Hasta no llegar a un acuerdo sobre ese punto, Nancy Pelosi rehúsa enviar el pedido de juicio político al Senado norteamericano, para gran furia de los republicanos, que consideran esto como una maniobra deshonesta de los demócratas ya que alarga el proceso y se corre el riesgo que aparezcan nuevas evidencias en contra del presidente Trump.
Mientras tanto, Nancy Pelosi, quien, a pesar de su pequeña estatura es una figura política formidable, no oculta su desprecio por ambos líderes. “Quienes escribieron nuestra Constitución”, dijo recientemente, “imaginaron un escenario donde el presidente de nuestro país fuera una persona deshonesta. Sin embargo, nunca imaginaron que tanto el presidente como el líder del Senado fueran igualmente deshonestos”.
En estas circunstancias, es posible que el juicio político se demore todavía por un tiempo indeterminado. Y que, cuando se lleve a cabo, el presidente Trump, quien goza de una mayoría abrumadora en el Senado, sea finalmente absuelto de los cargos contra él y permanezca en el poder. Será un triunfo para Trump, y una desgracia para los Estados Unidos, y para el mundo.