Por Javier Sierra
Los7Días.com
La política migratoria de la administración Trump se parece más y más al guión de una obra escrita por un sádico dramaturgo.
El Ejército y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se apresuran a construir un centro de detención de familias inmigrantes en Fort Bliss, Texas, —un lugar infame por sus derrames tóxicos, almacenamiento de venenos químicos y munición sin explotar, según documentos obtenidos por Earthjustice por medio de la Ley de Libertad de Información.
La base contiene cuatro lugares supertóxicos, que incluyen metales pesados, compuestos orgánicos volátiles y contaminantes radiactivos. La exposición a estos venenos puede causar cáncer, daños neurológicos y trastornos de desarrollo. ¿A quién se le ocurre encerrar a familias con niños pequeños en un atroz lugar como este?
Asesor principal
Les presento a Stephen Miller, actual asesor principal de Donald Trump en política migratoria, el arquitecto de la política de “tolerancia cero” y, según emails filtrados, un nacionalista blanco que detesta a comunidades hispanas y afroamericanas.
Los documentos filtrados al Centro Sureño Legal de Pobreza (SPLC) revelan 900 emails entre Miller y el sitio nacionalista blanco Breitbart News durante su periodo como asesor de la campaña electoral de Trump en 2016. En ellos, Miller promueve teorías de conspiraciones nacionalistas, y promueve narrativas antiinmigrantes y antimusulmanas.
Su propio tío, David S. Glosser, rechaza la línea migratoria dura de su sobrino y públicamente le recuerda que su familia judía escapó persecución o peor en Europa gracias a la generosidad que ahora él niega a otras personas en situaciones muy similares.
Las consecuencias de esta mentalidad cruel y racista son desgarradoras. Una investigación de Associated Press (AP) y la Televisión Pública (PBS) reveló que este año la administración Trump ha retenido en custodia a 70.000 niños inmigrantes, causando daños psicológicos irreversibles en muchos de ellos.
El informe se centra en una niña hondureña de 3 años de edad que llegó a la frontera en brazos de su padre, quien solicitó asilo. Agrega que tras ser separada a la fuerza, sufrir abusos sexuales bajo la custodia de funcionarios federales, y ser deportada y devuelta a su familia, la niña sufre ahora una profunda depresión y acusa a su padre de haberla abandonado.
El reportero de AP Frank Bajak tuiteó sobre el trabajo de sus colegas que, “Ningún otro país ha retenido tantos niños inmigrantes este año como Estados Unidos —69.550. Las cicatrices psicológicas y emocionales son profundas”.
El muro fronterizo
Recuerde que esta vergüenza nacional se lleva a cabo en nombre de todo el país —ante los ojos atónitos del resto del mundo civilizado— tan abiertamente como los trapicheos de la administración a la hora de construir el muro fronterizo.
La compañía Fisher Land & Gravel logró un contrato de $400 millones para construir parte del muro fronterizo después que Trump personal y repetidamente recomendara que lo consiguiera. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, el ente que otorga estos contratos, había rechazado la propuesta de Fisher por considerar que no cumplía con los requisitos necesarios.
El dudoso contrato de Fisher, que ya ha atraído la atención de investigadores en el Congreso, incluye la construcción de 31 millas de barreras en terrenos del Refugio de Vida Silvestre de Cabeza Prieta, Arizona, lo que empeorará aún más los catastróficos e irreparables daños que este muro racista está causando en los terrenos fronterizos.
Ya sean estructuras nuevas o refuerzos de otras existentes, el nivel de devastación es pasmoso, causando inundaciones y erosión, bloqueando la migración de especies en peligro y destruyendo parajes que durante milenios han albergado algunos de los hábitats más bellos de Norteamérica.
Cuando el odio y la corrupción se alían para dictar la política migratoria federal, el resultado puede superar el ingenio del autor más cruel.