Guillermo Descalzi
Los7Dias.com
Dos hechos ocurrieron el miércoles recién pasado, 20 de noviembre, dos con un solo tema: la devastadora presentación de Gordon Sondland, nuestro embajador ante la Unión Europea, y el debate de los ahora diez enanitos en busca de la nominación demócrata.
Primero lo primero
El impeachment es como un incendio sin llamas, algo extrañísimo que no se nota en las calles, que no llama la atención pública. Ni siquiera las declaraciones del embajador Sondland, que dijo contundentemente, con conocimiento de causa, que Trump manipuló a Ucrania con una especie de chantaje en aras de su reelección, concitan más atención. La manipulación: Si no hacen esto, si no embarran a Biden, no te doy lo otro: ni te invito a la Casa Blanca, ni te suelto tu ayuda militar.
¿Y por qué es que un presidente tan defectuoso, por no decir enfermo, por qué tiene el apoyo de los representantes y senadores de su partido?
El apoyo republicano a Trump en el Congreso es fácil de explicar por cobardía. No es que le teman a él, es que temen a la extrema derecha, al nacionalismo blanco detrás de 57 atentados fatales en el país en este año… mientras que el extremismo musulmán estuvo detrás de ‘solo’ 4.
Los republicanos están adheridos a Trump como rémoras a un gran tiburón, promueven falsedades a sabiendas para defenderse del nacionalismo, el gran tiburón, y para eso orquestan mentiras tan obvias que es imposible que no se den cuenta de lo que hacen…
Promueven falsedades a sabiendas, falsedades para aplacar al nacionalismo que elige o derrota sus candidatos al Congreso. Ese es el verdadero problema de sus congresistas y senadores, aquel al que le temen, no el Partido Demócrata, su ultra derecha nacionalista blanca.
El segundo hecho
Ese mismo día se dio el debate de los precandidatos demócratas. El problema es… ¿A quién le importó? ¿Cuántos se pegaron a los televisores a ver lo que decían?
La apatía pública debiese sorprender, pero no, no sorprende que pocos, muy pocos, se interesen. ¿Estaremos embelesados por la aparente abundancia a nuestro alrededor? ¿Qué ocurre en Estados Unidos?
La gran mentira
¿Por qué es así? Por una mentira, que estamos bien, pero la prosperidad americana es un espejismo en el cual flotamos como si fuese playita tranquila.
Vivimos en una casa que vale menos de lo que cuesta y, para colmo, encima de un pantano financiero. Flotamos en una prosperidad aparente basada en el inmenso endeudamiento del país, mientras se acuchilla la democracia americana. ¿Et tu, Brutus? Y usted, ¿dónde está en todo esto?