Por Javier Sierra
Los7Dias.com
Es difícil ignorar esa piedra en el ojo llamada impeachment, pero esta vez quiero concentrarme en la maravillosa lección de civismo que nos han dado millones de chicos y chicas en todo el mundo durante la Huelga Climática.
La protesta individual que la joven activista Greta Thunberg empezó hace un año en Suecia contra la inacción climática, se ha convertido en un fenómeno global. 7,6 millones de jóvenes y no tan jóvenes marcharon por las calles de todo el mundo exigiendo a los líderes mundiales acción climática inmediata y efectiva.
De la angustia de una generación que se ve usurpada de su futuro también han surgido líderes de las comunidades que sufren desproporcionadamente la crisis climática, como la líder climática neoyorquina Alexandria Villaseñor, o la indígena canadiense Autumn Peltier, defensora de la limpieza del agua en todo el mundo.
Una cumbre decepcionante
Lastimosamente, la Cumbre Climática de la ONU en Nueva York volvió a decepcionar. Entre los 70 países que se comprometieron a intensificar sus compromisos climáticos, no se encontraban los tres peores contaminadores, China, Estados Unidos e India.
Ante este fracaso, Thunberg lanzó un “Yo Acuso” de proporciones épicas contra los líderes mundiales, diciendo “¡Cómo se atreven! Ustedes se han robado mis sueños y mi niñez con sus palabras huecas”.
Las palabras de Thunberg y sus millones de huelguistas, sin embargo, son oro puro y están teniendo extraordinarias consecuencias alrededor del mundo.
La mayor preocupación
En las recientes elecciones en Austria —reflejando que la mayor preocupación de los austriacos es la crisis climática— los Verdes triplicaron sus votos, lo cual les permitirá formar una coalición de gobierno con el partido en el poder.
Agradeciendo a Thunberg y al resto del movimiento estudiantil, Birgit Hebein, miembro del Partido Verde, dijo que “la protección climática ya está en el centro de la sociedad. Es clave que el cambio climático se ataque a todos los niveles.”
Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró hace unas semanas que la lucha climática será su prioridad número uno y prometió que el 25% de su presupuesto se dedicará a abandonar la energía sucia y adoptar fuentes limpias y renovables.
La meta de Amazon
El sector privado también se subió a la ola verde. Amazon anunció que alcanzará la neutralidad de carbono para 2040, una década antes de la meta del Acuerdo de París, y que para 2040 toda la compañía y sus 100.000 camiones se alimentarán por completo de energía renovable. El mismo día Google informó que va a romper el récord corporativo invirtiendo $2.000 millones en proyectos de energía renovable. Estos anuncios surgieron después que trabajadores de Amazon, Google y otras compañías tecnológicas se unieran a la Huelga Climática.
La urgencia por abandonar los combustibles fósiles se está contagiando a inversores de todo el mundo. ExxonMobil, la mayor petrolera y gasera y uno de los mayores contaminadores del mundo, por primera vez en casi un siglo perdió su lugar entre las 10 mejores compañías del índice S&P 500.
Este abandono de los combustibles sucios, sin embargo, tiene que ocurrir mucho más rápidamente. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU emitió un alarmante informe sobre el estado de los océanos y la criósfera (las superficies heladas) del planeta. El reporte indica que tras décadas de absorber el 25% del exceso de calentamiento en la Tierra, el daño en muchos casos ya es irreversible en la riqueza y biodiversidad de los mares. Y advierte que para el año 2100, el nivel del mar subirá más de un metro, poniendo en serio peligro a ciudades como Los Angeles, San Diego, Miami y Nueva Orleáns.
El reto climático es inmenso y existencial. Pero tras ver a millones de chicos y chicas dar la mayor lección generacional de la historia, a todos nos toca seguir peleando por su futuro y el de nuestra especie.