Por Guillermo Descalzi
Los7Días.com
La situación se ve negra para la Casa Blanca en el futuro inmediato. Tengan por seguro que Trump va a ser “impeached”, llevado a juicio político por voto de la Cámara de Representantes. Solo se requiere, para eso, una mayoría simple, la mitad más uno, 218 congresistas que apoyen la medida, y ya hay 227.
Lo que está en duda es si será condenado o exonerado en el Senado, donde se requieren 2/3 de la cámara para condenar. Esto parecía un imposible, 66 votos de los 100 que hay… Pero los demócratas son tan solo 49… hay, sin embargo, movimiento en las filas republicanas, y hay dos que ya hablaron contra Trump … y según uno de ellos habría 35 “sopesando” su posición, lo que sería fatal para Trump…
Nancy Pelosi, la jefa de la cámara baja, ha declarado querer ‘terminar esto antes de Thanksgiving, el día de acción de gracias, el 28 de noviembre, en dos meses, y ambas, Cámara y Casa Blanca, están poniendo sus barcos en formación de batalla.
El liderazgo
En la Cámara de Representantes el liderazgo lo ejercerá Adam Schiff, el jefe del comité de inteligencia, y en la Casa Blanca se habla de… ¡Corey Lewandowsky!, el agresivo ex jefe de campaña en la contienda del 2016.
Lewandowsky pelea con todo, mete mano, da patadas, tira piedras, lo que sea. Es como matón de barrio… o de la mafia si se quiere. Schiff es pulcro, medido, mantiene a sus adversarios en línea con la calma que evoca.
Trump, como se sabe, llamó al presidente de Ucrania y le pidió que investigara a su próximo probable rival, Joe Biden, por su presunta ‘corrupción’ en ayuda de uno de sus hijos, Hunter Biden, en sus actividades en ese país.
Esto está claro en el resumen de esa conversación, donde colgó sobre la cabeza del presidente ucraniano unos 400 millones en ayuda que le había suspendido. La implicación era clara, y en el más puro estilo de la mafia le pidió un favor… “I would like to ask you a favor, though”… y le pidió la investigación de Biden, solicitó la intromisión de un país extranjero… para que se manipulen las próximas elecciones a su favor.
Trump, en colusión con el Departamento ‘de justicia’ hizo algo más: Suprimió la denuncia que se le hacía, algo ilegal porque la llamada ‘ley del soplón’ (whistleblower}, indica que la denuncia, toda la denuncia, debe ser entregada de inmediato al Congreso si el inspector general del departamento o agencia del denunciante la encuentra urgente, y, sí, su supervisor la consideró urgente… pero Casa Blanca y ‘Justicia’ no la consideraron así.
Otros personajes
El escándalo envuelve a otros personajes de la presidencia, notablemente a William P. Barr, el procurador de justicia que parece más bien el procurador de Trump, y de quien Nancy Pelosi dijo que él “has gone rogue”, que se salió del camino marcado.
Otro al que le salpica el escándalo es Rudy Giuliani, abogado personal de Trump, el vociferante Rudy, cuyas intervenciones parecieran hacerle más mal que bien al presidente.
También involucra a los abogados de la Casa Blanca, y quién sabe a quienes más que actuaron para ocultar la conversación telefónica con el líder de Ucrania, y, según denuncia, hay también ‘otras’ conversaciones con ‘otros’ presidentes, y, consideren esto un adelanto de lo que posiblemente haya allí, el ruso Putin dijo que espera que no vayan a soltar transcripción alguna de lo que él y Trump hayan hablado.
Adam Schiff tiene sobre alerta a la Casa Blanca para que no se destruya nada de la evidencia que hay allí, pero, en todo caso , los barquitos ya se están en formación de batalla, en la Casa Blanca y el Congreso, y… la cosa no se ve nada agradable para la Casa Blanca.