Por Guillermo Descalzi
Los7Días.com
El pasado miércoles 11 de septiembre la Corte Suprema hizo algo impensable: le dio permiso a la administración Trump para negarle asilo a cualquiera que llegue a Estados Unidos sin antes haberlo pedido en uno de los países por los que transitó, esto mientras se resuelve una disputa judicial en contra entablada en una corte de menor instancia.
Los que buscan asilo vienen principalmente de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala. De Guatemala pasan a México, y la administración ha entrado en un acuerdo con el gobierno de Guatemala, último país por el que pasan nicaragüenses, hondureños y salvadoreños, para que pidan asilo desde allí antes de pasar por México. Los guatemaltecos tendrán que pedirlo en México.
Crisis garantizada
El gobierno de Guatemala ha aceptado su papel como primer país de asilo para quienes pasen por allí, lo que los lleva al embudo de una crisis garantizada que, nuevamente, dice que nicaragüenses, hondureños y salvadoreños que pasen por Guatemala deberán pedir asilo allí y … permanecer allí mientras Estados Unidos evalúe su pedido.
Los mexicanos quedan fuera de esta medida porque no tienen que atravesar país alguno antes de llegar a Estados Unidos… ¡Pero no se preocupen! Trump seguramente ideará algo para negarles a ellos también el asilo en primera instancia.
La reciente decisión de la Corte Suprema permite esta barbaridad, barbaridad especialmente para Guatemala puesto que el acuerdo indica que no retornará ni expulsará a solicitante alguno de los anteriores países mientras su solicitud esté en proceso, o a cualquiera que Estados Unidos envíe de regreso a territorio guatemalteco… ¿Salvadoreños, nicaragüenses y hondureños que Estados Unidos envíe de regreso a Guatemala? Sí, así dice el tratado.
¿Quién mantiene?
¿Quién los alimentará, quién los albergará? ¿Cómo? Según la Acnur, Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, el año pasado, 2018, 161 mil 417 salvadoreños y hondureños pidieron asilo en Estados Unidos. Añadan los nicaragüenses y tendrán un mínimo de 200 mil al año.
¿Podrá Guatemala mantener 200 mil personas atracadas año tras año en su territorio? Atraco es sinónimo de asalto porque quita fuerza, recursos, etc. El salto del presidente guatemalteco, Jimmy Morales, promete un atraco a sus recursos, a su estabilidad política, a su vida constitucional y su integridad como país independiente… y ni qué decir que lo de Trump es un atraco a Guatemala.
Los salvadoreños y hondureños que lleguen acá sin haber ‘aprovechado’ el acuerdo serán “devueltos” a Guatemala. ¿‘Aprovechado’ el acuerdo? Pregunto quién se aprovecha de quién, ¿y quién o quienes se dejan aprovechar?
Amenaza comercial
El tratado fue aceptado por el presidente de Guatemala luego que la Casa Blanca amenazara a su país con impuestos a las exportaciones y a los envíos de guatemaltecos a sus familias, más una prohibición de viajes de estadounidenses a Guatemala, etc.
La Corte Suprema guatemalteca indicó que el “acuerdo” debe tratarse como tratado y someterse a voto del Congreso. El presidente Morales ha decidido ignorar su decisión diciendo que no es tratado, que es solo un acuerdo, desatando en Guatemala una crisis como pocas. ¿Aguantarán los guatemaltecos el salto? ¿Se convertirá en un asalto a su país…?