Por Andrés Hernández Alende
Los7Días.com
Un reportaje publicado en el diario miamense El Nuevo Herald denuncia un enorme caso de corrupción en la ciudad floridana de Miami.
El reportaje, titulado El caso de corrupción que contaminó a Latinoamérica, detalla la “maquinaria de corrupción multinacional” creada por la empresa brasileña de construcción Odebrecht. Ejecutivos del conglomerado sudamericano se daban la gran vida en Miami mientras sobornaban a políticos y funcionarios para obtener jugosos contratos.
Odebrecht, según el reportaje, llevaba incluso una contabilidad aparte para los sobornos que repartía en Miami y Latinoamérica.
La empresa brasileña se declaró culpable de corrupción en 2016 y aceptó pagar $3.500 millones en multas a autoridades norteamericanas. Pero ninguno de los ejecutivos implicados en la trama de corrupción en Miami ha sido acusado individualmente en los Estados Unidos.
Empresas fantasma
Vivían en condominios de lujo junto al mar, comprados a través de empresas fantasma, mientras Odebrecht participaba en la construcción de obras públicas en Miami, incluido el aeropuerto y autopistas locales.
Pero esto es la punta del iceberg. Hay mucho más que sacar a la luz. ¿Quiénes son los sobornados? ¿Por qué Odebrecht ha tenido una presencia tan fuerte en Miami, una de las ciudades con más desigualdad social de los Estados Unidos?
Las ampliaciones de las autopistas en Miami duran años y no resuelven la enorme congestión del tráfico vehicular. En vez de estar repartiendo contratos para seguir con el círculo vicioso de ampliar las carreteras, los funcionarios locales deberían estar planeando otras soluciones más eficaces, como la creación de un sistema de trenes eléctricos que cubra toda la ciudad. En vez de estar recibiendo fondos de empresas corruptas y de grandes intereses privados, deberían pensar en el bienestar colectivo.
Deberían estar pensando en reducir la contaminación del tráfico automotor, por ejemplo, y a la vez en impedir que los delincuentes de cuello blanco se instalen en las mejores propiedades de Miami, una ciudad que corre el peligro de terminar ahogada en un mar de corrupción y en las crecidas aguas del calentamiento global.