Servicio de noticias de World Wildlife Fund
Estamos llevando nuestro planeta al límite. Las actividades humanas, nuestra forma de alimentarnos, generar energía y financiar nuestras vidas, están costándole muy caro a la vida silvestre, los hábitats y los recursos naturales que necesitamos para sobrevivir.
Es la conclusión del reciente Informe Planeta Vivo 2018 del World Wildlife Fund (WWF), que compila una variedad de investigaciones con el fin de proporcionar una visión integral de la salud del planeta. El informe se publica cada dos años.
Actividad humana
Las principales amenazas para las especies identificadas en el informe se vinculan directamente con las actividades humanas, incluida la pérdida y degradación de hábitat y la explotación excesiva de vida silvestre, como la caza y pesca excesivas.
Mundialmente, la salud planetaria, la naturaleza y la biodiversidad sufren una profunda declinación, afectando la salud y el bienestar de las personas, las especies, las sociedades y las economías en todas partes.
La producción y el consumo humano descontrolados están impactando la red vital que sostiene y da energía a nuestras vidas, nuestras industrias y nuestros países: la naturaleza y la biodiversidad. La naturaleza y los distintos ecosistemas nos dan los alimentos que comemos, el agua que bebemos y usamos para nuestras sociedades y nuestras industrias, el aire limpio que respiramos. Y, sin embargo, estamos empujando la naturaleza al límite.
Veamos algunas cifras de la devastación:
- De 1970 a 2014, hubo una disminución general del 60 por ciento en la población de vertebrados. Las poblaciones que viven en agua dulce, en particular, han tenido una reducción del 83 por ciento desde 1970.
- La extensión del hábitat adecuado para los mamíferos disminuyó el 22 por ciento de 1970 a 2010, y las mayores reducciones se observaron en el Caribe, donde superaron el 60 por ciento.
- La agricultura comercial ha causado la pérdida del 40 por ciento de los bosques en los trópicos y los subtrópicos. Las selvas tropicales se están reduciendo: casi el 20 por ciento de la selva amazónica ha desaparecido en solo 50 años.
- En los océanos, se calcula que el 90 por ciento de las aves marinas tienen fragmentos de plástico en el estómago; en 1960 la proporción era del 5 por ciento.
- Casi 200 millones de personas dependen de los arrecifes de coral para protegerse de las olas y las marejadas ciclónicas. El mundo ha perdido casi la mitad de sus corales de aguas poco profundas en solo 30 años.
- Los manglares capturan casi cinco veces más carbono que las selvas tropicales. Pero en los últimos 50 años, factores como la urbanización han causado una disminución entre el 30 al 50 por ciento de los manglares.
- El impacto humano ya se siente en el 75 por ciento de las tierras del planeta. Según las tendencias actuales, menos del 10 por ciento de la superficie del planeta estará libre del impacto humano para 2050.
Riqueza natural
Es hora de reconsiderar la forma en que valoramos la naturaleza, culturalmente, económicamente y políticamente. Los gobiernos, las comunidades, las empresas y las organizaciones deben reunirse para producir un acuerdo sobre la naturaleza y la gente en el marco de la Convención sobre la Diversidad Biológica (CBD), el único instrumento legal internacional que busca explícitamente proteger la riqueza natural del planeta. Debemos mostrar más acción para revertir la devastadora tendencia de la pérdida de biodiversidad. Urge una serie de acciones colectivas para detener la pérdida de la naturaleza.