Por Andrés Hernández Alende
Los7Días.com
El ex presidente norteamericano George W. Bush le preguntó en 2001 al entonces presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso si en Brasil también había negros.
Si usted no es un experto en la demografía del país sudamericano, y en estos días ha recorrido los malls del Sur de la Florida y se ha topado con los numerosos turistas brasileños que visitan los centros comerciales mientras siguen la acción del Mundial de Fútbol, podría abrigar la misma duda que el ex mandatario estadounidense: todos los compradores provenientes de Brasil son blancos. No hay entre ellos un solo afrodescendiente, un solo mestizo.
Sin embargo, el censo de 2010 encontró que los negros y mulatos llegaron a ser mayoría en Brasil, al sumar 97 millones de personas.
Según el censo, de los 191 millones de brasileños, 91 millones son de la raza blanca; 15 millones son negros; 82 millones, mulatos, y 817,000 son indígenas.
Ahora bien, hay diferencias socioeconómicas muy marcadas entre los grupos demográficos. Los blancos y los asiáticos (unos dos millones) ganan salarios de alrededor de 900 dólares al mes, mientras que los negros y mulatos ganan en promedio prácticamente la mitad, unos 480 dólares.
Brasil ha reducido la pobreza bajo el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, aunque todavía se extiende a más del 20 por ciento de la población, pero los menos afectados son los descendientes de europeos. Los siglos de esclavitud y las largas décadas de discriminación mantienen a los afrobrasileños en una posición desventajosa. Brasil no ha pagado su deuda con el grupo demográfico cuya labor en condiciones inhumanas fue un pilar de la economía nacional, la fuente de fortunas personales amasadas a costa del trabajo esclavo.
En estos días de alboroto en torno al Mundial de Fútbol, junto con los goles se han evidenciado también los profundos contrastes sociales de Brasil. La enorme desigualdad en el ingreso según el grupo racial explica por qué unos pueden ir a los estadios y otros no. También explica por qué el grupo racial mayoritario de Brasil no se ve en los malls de la Florida.
